Colegio Juan Pablo II, un proyecto de educación digital a prueba de pandemia
Los colegios Juan Pablo II pertenecen a la fundación Educatio Servanda. Una institución sin ánimo de lucro creada en 2006 cuyos valores y principios destacan la importancia de la familia y la enseñanza.
Con centros educativos ubicados en toda España, tuvieron que afrontar, como todos, la incertidumbre de continuar las clases de forma remota desde marzo del 2020 y adaptarse a un escenario digital de la noche a la mañana, involucrando a alumnos, padres y profesores en el proceso.
Implantación y gestión del proyecto
Días antes del decreto del estado de alarma de marzo de 2020, el Colegio Juan Pablo II de Alcorcón se vio en la tesitura de buscar una solución ágil, altamente escalable, por el gran volumen de alumnos (más de 1.200) y profesores, y sobre todo, segura en cuanto a conexión por tratarse de la integridad de menores en la red.
Lo fundamental era poner en marcha la solución lo antes posible, para que los niños continuaran, de forma remota, sus actividades lectivas y estuvieran lo más alejado posible del caos de aquellos días.
Con estos requerimientos en mente, optaron por OneVite como partner tecnológico, para ejecutar un proyecto de tal magnitud y sensibilidad. Una rápida respuesta en la ejecución, la experiencia previa con otros proyectos educactivos de magnitud similar y la implicación de todo el equipo motivaron esta elección.
Se escogió la solución de videoconferencia Zoom, por los paquetes de licencia que ofrecía y su capacidad de soportar varios participantes en las reuniones al mismo tiempo. Además, se impartió la formación necesaria a los más de 40 profesores en un tiempo récord.
«Al principio, como todo, surgieron dudas sobre cómo sería esta nueva forma de dar clases. Pero desde el primer momento se demostró que los profesores confían en las nuevas tecnologías para educar y que la plataforma era muy intuitiva».
Rubert Pacheco, profesor TIC y encargado de supervisar la implantación.
Sin embargo, los problemas se detectaron a la hora de impartir asignaturas más técnicas. “No es lo mismo explicar un contenido sobre Lengua o Religión que una clase de Matemáticas o de Dibujo Técnico, donde la propia naturaleza de la clase te exige estar muy pendiente de los alumnos”. Y añade Carlos Martínez, director del colegio, “se buscaron soluciones de forma inmediata y dieron resultado, porque el nivel académico no bajó”.
Continúa el director, “tuvimos que priorizar el acceso por etapas educativas. Comenzamos, como no podía ser de otra manera, con los alumnos de segundo de bachillerato, que se estaban preparando para la EVAU”. Luego continuaron con la ESO, primaria y, por último, los alumnos de infantil.
Llegados a este punto, es necesario destacar la colaboración de los niños. “Nos dieron más de lo que podíamos pedir. La comunicación con ellos fue muy fluida, estuvieron completamente a la altura”, sentencia Pacheco.
Los padres, primera capa de seguridad de los niños
La solución del Colegio había involucrado hasta tal punto a alumnos y profesores, que pronto se unieron los padres. “Establecimos tres días a la semana para conectarnos con los padres y dar formación y soporte técnico sobre la plataforma”, nos comenta Rubert Pacheco.
“Era absolutamente necesario contar con su participación, ya que los niños pasaban muchas horas conectados a internet. Había que establecer límites, dentro y fuera del horario escolar, para crear un entorno seguro para ellos”.
“La seguridad en la red nunca es al 100%. Por eso nos esforzamos y formamos a padres y profesores, porque los fallos de seguridad empiezan con los humanos. Ambos constituyen la primera capa de seguridad para proteger a nuestros niños”.
«La seguridad en la red nunca es al 100%. Por eso formamos a padres y profesores, ellos son la primera capa de seguridad para proteger a nuestros niños».
Rubert Pacheco, profesor TIC y encargado de supervisar la implantación.
¿Y el curso que viene?
El profesor de tecnología nos recuerda que cuando el Gobierno dio luz verde a la vuelta a las aulas, muchos padres seguían con miedo. Esta postura los llevó a instaurar un modelo de educación híbrida, que continuará a lo largo del curso que viene.
“Creo que esta nueva forma de dar clase ha venido para quedarse. Aunque siempre vamos a incentivar una educación presencial, puedes aplicar este método cuando algún alumno tenga que quedarse en casa por cualquier circunstancia. Así garantizas que continúa con su formación al ritmo de sus compañeros”, concluye.
Ricardo Prieto, CEO de One Vite sostiene que “fue muy fácil trabajar con Rubert y Carlos. Ambos contaban con una formación tecnológica, por lo que el éxito de la implantación de este proyecto de educación digital en un tiempo récord estaba asegurado”.
Windows 11, ¿una versión compatible con todos los ordenadores?
